El TCF 2.2 les otorga a los editores control y flexibilidad. Tanto es así que son ellos quienes determinan las bases legales autorizadas para cada proveedor en sus sitios o aplicaciones. De este modo, pueden seguir generando ingresos por publicidad y, al mismo tiempo, garantizar que los datos se tratan de conformidad con las normativas en materia de privacidad.
Por otra parte, el TCF 2.2 exige a los editores que informen a los usuarios de la recopilación de datos. Así, se genera confianza y se mejora la experiencia de los usuarios, que serán más propensos a interactuar con los anuncios, ya que tienen la seguridad de que se respeta su privacidad.
Los editores, por su parte, pueden fijar restricciones de acceso y tratamiento de los datos de los usuarios a sus proveedores y socios. Gracias a esta función, se garantiza el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad y privacidad, sin dejar de ofrecer anuncios personalizados y relevantes que aumenten la interacción y los ingresos por publicidad.