La certificación Web Content Accessibility Guidelines (WCAG) se considera el estándar de oro para la accesibilidad web. Ayuda a garantizar que todos los usuarios de sitios web y aplicaciones tengan una experiencia de usuario equitativa y transparente a la hora de tomar decisiones de consentimiento con respecto al tratamiento de sus datos.
Aprox. 80 millones de residentes de la UE y más de 56 millones de estadounidenses viven con una discapacidad
A nivel mundial, más de 2200 millones de personas viven con problemas de visión
El 23 % de las personas con discapacidad que participaron en la encuesta de Pew Research nunca se conectan a Internet
ACCESIBILIDAD TOTAL
Los sitios web no son 100 % accesibles ni cumplen con las WCAG a menos que todos sus elementos las cumplan. Si su banner de cookies no cumple con estas directrices, su sitio web tampoco. Hemos verificado satisfactoriamente que todas las capas de todos los planes del banner de cookies de Usercentrics cumplen con los requisitos de WCAG 2.1 AA.
LA ACCESIBILIDAD GENERA CONFIANZA
Sabemos que una mala experiencia de usuario echa atrás a los visitantes y clientes de sitios web. Esto es aún más cierto para aquellas personas con discapacidades que no pueden utilizar sitios web y aplicaciones que no son accesibles.
Desde las animaciones y los subtítulos hasta la legibilidad de los textos, demuestre que valora a todos sus usuarios y garantice una accesibilidad completa con una plataforma de gestión de consentimiento que cumpla las WCAG. Genere confianza con una comunicación transparente y opciones de consentimiento claras.
LA BASE
Usercentrics se compromete a certificar la accesibilidad para los cuatro principios de accesibilidad WCAG.
GARANTICE EL CONSENTIMIENTO INFORMADO
Las directrices de accesibilidad WCAG y los reglamentos de privacidad comparten múltiples similitudes, aunque sea por distintos motivos.
En una plataforma de gestión de consentimiento, los elementos visuales (como los botones) deben tener el mismo tamaño y colores y contraste comparables. Esto es para garantizar, por ejemplo, que no se «empuje» a los usuarios a dar su consentimiento. Pero también ayuda a seleccionar los botones.
El texto, al igual que en una política de cookies, debe poder leerse claramente (visualmente o con un lector de pantalla) y entenderse fácilmente, dado que las leyes de privacidad requieren que el consentimiento del usuario sea informado.
Estos son solo un par de ejemplos de cómo una buena experiencia de usuario, accesibilidad y leyes de privacidad colaboran para proteger a los usuarios.
